Kweku Adoboli: Rogue trader que costó 1.300 millones a UBS
En el mundo de las finanzas, nadie se da cuenta de lo cerca que está de la imaginaria y transitoria línea roja hasta que la cruza y le dan en la cara. Kweku Adoboli.
A Kweku Adoboli le gustaba ayudar a los demás. Ésa es una de las caras de la historia de uno de los nuevos rogue traders de los mercados financieros, que registró una de las mayores pérdidas de la historia del famoso club. Según la periodista del Financial Times Lindsay Fortado, que mantuvo una larga correspondencia con Adoboli mientras estaba en la cárcel, el otrora alegre y sociable ex jefe era la persona a la que acudían en su sala de trading quienes habían cometido un error o sufrido una pérdida inesperada.
Adoboli dice que intentaba ayudar a UBS, su empleador, a ganar dinero. "Todas las decisiones que tomé en UBS estaban encaminadas a lograr los objetivos del banco", afirma en su página web.
Por desgracia para todos, entre sus decisiones estaba la de asumir riesgos excesivos y cometer fraude.
En el momento de su detención, Adoboli, nacido en Ghana y educado en el Reino Unido, era director de la división de derivados de renta variable de UBS, tras haber ascendido desde un puesto de graduado. Durante la primavera y el verano de 2011, tomó una serie de malas decisiones sobre la dirección de los mercados.
Sus pérdidas aumentaron. Con su equipo bajo presión, superó sus límites de trading cada vez más a menudo en un intento de salir adelante. También realizó operaciones falsas que parecían cubrir sus pérdidas, dando la impresión de que la posición del banco estaba protegida cuando no era así.
La experiencia en back-office ayudó a Adoboli a cubrir sus huellas. El sector en el que trabajaba, conocido como "Delta One", nombre de la medida del valor de los derivados, es también ideal para el "rogue trading", explica el comentarista financiero John Gapper en su libro How To Be A Rogue Trader. Señala que el volumen de operaciones suele ser elevado y que se trata de un ámbito difícil de entender para los forasteros.
Cuando las actividades no autorizadas de Adoboli salieron a la luz en septiembre de 2011, le habían costado a UBS unos 1.300 millones de libras esterlinas y habían provocado la caída del precio de sus acciones en unos 2.700 millones de libras esterlinas. El que fuera una figura popular en el banco, elegido para ayudar en los esfuerzos de reclutamiento de graduados, era ahora su mayor villano.
En el juicio celebrado en noviembre de 2012, Adoboli fue declarado culpable de dos cargos de fraude y condenado a siete años de prisión. El juez le dijo: "Fuiste lo bastante arrogante como para pensar que las normas del banco para los traders no se aplicaban a ti".
Adoboli nunca negó haber cometido los delitos por los que fue condenado. Pero ha declarado ante el tribunal y en otros lugares que sus jefes en UBS eran conscientes de lo que hacía.
Es más, afirma que, para generar grandes beneficios, le animaron a saltarse las normas de limitación del riesgo que le habían impuesto en otras partes del banco. A veces era obvio", declaró al programa Today de Radio 4, "que nuestros beneficios sólo podían obtenerse superando los límites de riesgo".
Al igual que otros rogue traders, Adoboli obtuvo escasos beneficios de sus acciones, más allá de los elevados salarios y primas que recibió. Pero pagó un alto precio personal. Antes de que se descubrieran sus acciones delictivas, a menudo dormía poco por las noches. Durante el juicio, los jefes de UBS le llamaron "terrorista". Como prisionero, fue amenazado con la deportación a Ghana, ya que nunca se le había concedido oficialmente la ciudadanía británica.
Ahora que ha sido liberado, resueltos sus problemas de inmigración pero incapaz de trabajar en el sector de los servicios financieros, Adoboli se ha volcado en la educación. Ahora da clases sobre gobierno corporativo y gestión de riesgos, y dice que espera contribuir a que las finanzas funcionen mejor. "Mi reto ahora es garantizar que mi experiencia se utilice de forma positiva para ayudar a otros a crear un sistema más estable", dijo en Today.
También sugirió que le gustaría hacer un doctorado, centrándose en cómo la cultura del mundo de las finanzas afecta al comportamiento social.
En 2016 declaró a Kamal Ahmed, de la BBC, que los jóvenes del mundo de las finanzas están "lidiando con los mismos problemas, los mismos conflictos, las mismas presiones para tener éxito pase lo que pase". Ahora parece que espera ayudar a otros asegurándose de que no acaben como él.
Sólo el niño que va a buscar agua puede romper accidentalmente la olla. Proverbio ewe citado por Kweku Adoboli en su perfil de Twitter.